En el XIII Festival Internacional de Arte, en Cali, cada artista con su tema
Letras y cine. Por su parte, el escritor Esteban Carlos Mejía, invitado al conversatorio sobre literatura y cine con el director Harold Trompetero, adelantó que no se trata sólo de establecer las diferencias entre una y otro, sino de dilucidar un fenómeno creciente y reciente: el afán de los escritores de que sus novelas sean llevadas al cine. “La literatura tiene que abrirse paso por sí misma”, dice. “Si uno desea que hagan una película de su obra, mejor hago un guión o un argumento para cine”, sostiene . El autor de Mentirás al prójimo como a ti mismo y I love you putamente explica que es muy difícil que el cine pueda dar cuenta de una obra literaria de la dimensión de En busca del tiempo perdido, de Proust, o de Cien años de soledad. “Por supuesto que ésto beneficia al cine, pero no a la literatura”, sentencia y que puede funcionar si se logra extraer la esencia del libro y escribir otro texto hasta lograr lo que de verdad se desea mostrar. Como un buen ejemplo de literatura llevada al cine cita a La vendedora de rosas, de Víctor Gaviria, quien tomó el cuento La niña de las cerillas, de Hans Christian Andersen, hizo una interpretación y una reescritura de la historia y luego una adaptación en el contexto de Medellín de los años 90, y no una traducción literal de la misma, lo que no hubiese funcionado. “Los chicos van a ver El Señor de los Anillos y no hallan la magia que les encantó al leer el libro. Salen iracundos y citan al pie de la letra hechos que no ven en el filme”, afirma.
http://www.elpais.com.co/historico/sep252007/VIVIR/eve02.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario