Poema de los jodidos vikingos
Los jodidos vikingos se lanzaron
por los jodidos mares del Norte
y otras aguas igualmente jodidas
en sus muy bien jodidas embarcaciones
para romperles el jodido culo
a todos sus jodidos enemigos
en varios jodidos continentes
donde la gente jodía cada noche
y cada día de sus jodidas vidas
como si estuviera en un jodido paraíso.
Y parece que el jodido Tuerto
auspiciaba las jodidas fechorías
de sus jodidos guerreros
con una jodida complacencia
evitando que jodidamente claudicaran
en sus jodidas invasiones
y ayudando en la forma más jodida
para que vencieran en sus jodidas batallas
no sólo en la jodida Escandinavia
sino en todos los jodidos lugares
diferentes a la jodida "Península del Placer"
donde se hallara una jodida puta
o el más jodido puto
dispuestos a dejarse joder por su jodido culo
allende los jodidos mares donde las jodidas olas
rompían jodidas en las jodidas playas.
Así los jodidos vikingos
jodían el trasero de las jodidas hembras
que anhelaban ser jodidas por los jodidos invasores.
Ellas agradecían al jodido Odín
por no haberlas olvidado en los jodidos trances
que tenían que vivir con tan jodidos machos.
Y el jodido Tuerto mostraba sus jodidos poderes
favoreciendo las jodidas bacanales
y las no menos jodidas esperanzas que guardamos
todos los jodidos y jodones
que jodemos tan jodidamente en el jodido mundo.
Todo
es como
una pirámide:
la parte más pequeña
y refinada, debe encontrarse
en el ápice. Al descender, el volumen
aumenta hasta llegar a la base, amplia y pedestre.
Arriba
están los
guerreros y los nobles,
seguidos por los sacerdotes.
Más abajo aún, los industriales,
los comerciantes y los campesinos ricos.
Luego, la mezcla de los subyugados que aplastan
inconscientemente a los ilotas sin trabajo y sin patria.
Eso
vale para
todos, pero no
para vosotras, prostitutas
legendarias. Porque si os place
podréis elevaros de lo profundo del foso
hasta el mismo cielo, más allá de las cúspides
piramidales que imaginan los poderes y las castas.
Aunque no soy creyente,
y me tienen sin cuidado los asuntos religiosos,
por un beso de tu boca cantaría
ochenta salmos con el Gloria tibi Domina.
Por repetir ese beso entre tus brazos,
diría con devoción siete mil Ave Marías.
Por la primera caricia, setenta y ocho Salterios.
Por una adehala agregaría
innumerables veces O Gloriosa Domina.
Por el botón de tu ombligo,
donde mi lengua intuye los aromas del jardín,
rezaría de rodillas Alma Redemptoris Mater
Por esa rosa entreabierta, palpitante y cálida,
que guardas no tan secretamente
entre tus muslos de reina,
gritaría con todos mis pulmones,
durante la noche que así me regalaras:
¡¡¡Ave Santíssima María!!!
Verano Brisas
De Simonía de amor
5 comentarios:
Me encanto este tipo loco
Buenísimo. Y a pesar de su jodida seriedad, los tres dejan una sonrisa en la boca y en el pensamiento.
Cariños Norma
son tres excelente y jodidos poemas
me encanan cuando tienen un lenguaje directocomo estos te felicito de veras verano
Aunque demasiado tarde, gracias a las amigas y amigos que han dejado sus amables comentarios sobre mi modesto trabajo.
Sigue tu senda ,jodidamente buenos tus poemas,ojala que te paguen tu jodida y perdida pénsion.
Estefan
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